«Aprender a leer es uno de los momentos más mágicos en la vida de una persona. Supone un antes y un después que marca para siempre nuestra relación con los demás, con nosotros mismos, y que nos hace sentir y experimentar cosas inolvidables. A continuación, explicaré mi relación con la lectura y, para ello, como si fuera un libro, voy a empezar por el principio. Es decir, por la primera hoja.».
Mario, ¿cómo te iniciaste con la lectura?
Cuando tenía 6 o 7 años, cayeron en mis manos algunos cómics de Mortadelo y Filemón y Zipi y Zape. A esa edad me atraía especialmente el diseño colorido y los diálogos cortos y ágiles. En la pausa que teníamos a mediodía para comer, llegaba a casa deseando coger unos de esos cómics y leerlo con la emoción típica de un niño cuando descubre una pasión irrefrenable. Recuerdo pasar horas y horas sentado en un sillón, leyendo las más disparatadas aventuras de unos personajes que me arrancaban una sonrisa y me transportaban a diferentes mundos.
A mi madre, además de darme la vida, le agradezco su paciencia para explicarme el significado de cada una de las palabras y expresiones que no entendía. Y lo hacía siempre teniendo en cuenta el contexto, por supuesto. ¡Quién me iba a decir entonces, que décadas más tarde haría yo lo mismo con mis estudiantes!
¿Qué tipo de lectura prefieres?
Mis preferencias han ido cambiando en función de la época. De niño, como he dicho, me encantaban los cómics. También devoraba los libros de Tintín, con su inseparable Milú, y era un seguidor irreductible de Astérix y Obélix. No necesitaba ninguna poción mágica para encadenar minutos disfrutando de ellos. Más tarde, como adolescente, me inicié con las novelas. Ya como adulto me gusta leer un poco de todo: desde novela negra y género policíaco hasta biografías, pasando por libros de superación personal. También leo, por trabajo y amor al arte, en la pantalla del ordenador. Pero eso sí, siempre que quiero disfrutar de un libro entre mis manos, lo hago con luz solar y sabiendo que tengo tiempo por delante para saborear su contenido. Nunca leo un libro con prisas, ya que entiendo que ese momento debe ser algo placentero.
Sobre libros escritos en español…dinos uno que te haya impactado
Uno de los que recuerdo especialmente es Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Su prosa tiene algo de hipnótico, que no deja escapar al lector y que le arrastra a un viaje fascinante a través de la riqueza y variedad de sus personajes, de la magia de Macondo y de su encanto hechizador. Sin duda, uno de los mensajes con los que me quedé es como, a través de la familia Buendía, queda claro que los seres humanos son, en gran medida, los responsables de sus alegrías y sus miserias.
¿Alguno que no has podido acabar de leer?
Sinceramente, no recuerdo haber dejado a medias un libro. Antes de comprar un libro, procuro informarme bien sobre el autor y la temática. Una vez empezado, me podrá gustar más o menos, pero siempre lo termino. Tengo que reconocer que, en ocasiones, hay libros que he estado a punto de cerrarlos después de las primeras hojas, pero les he dado una oportunidad y, una vez acabados, me han dejado un buen sabor de boca. Al igual que con las personas, al principio hay que tener un poco de paciencia y dar un voto de confianza, puesto que una mala impresión inicial se puede tornar en una agradable sorpresa.
¿Cuál o cuáles recomendarías?
Recomendaría cualquiera de Manuel Vázquez Montalbán, mi escritor favorito. Recuerdo, por ejemplo, Fútbol, una religión en busca de un Dios. Desde su visión siempre lúcida y mordaz, Montalbán analiza y repasa la evolución del llamado deporte rey. Asimismo, sugiero la lectura de cualquiera de los libros en los que aparezca su famoso detective privado Pepe Carvalho, a través del cual, demuestra su magistral e irónico retrato de lo acontecido en la segunda mitad del siglo XX.
Otra opción recomendable es Reinventarse, del doctor Mario Alonso Puig. Es una delicia escuchar alguna de sus numerosas conferencias, así como leer los diferentes libros que ha escrito. Toca diversos temas tremendamente interesantes, pero me gusta en particular cuando trata la plasticidad cerebral y lo que es capaz de hacer nuestro cerebro, una de las mejores y más fantásticas máquinas del universo. Siempre tengo muy presente una frase que suele mencionar: “Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”.
Y hablando precisamente de lo importante que es el poder mental, otro libro recomendado sería 1984, de George Orwell. Puede ser considerada una novela de ciencia ficción o distópica, o no. Según su propio caleidoscopio, hay quien verá ciertos paralelismos con la sociedad actual y ejemplos de cómo una población es adocenada por estados represores, con la imprescindible colaboración de la tecnología y los medios de comunicación de masas.
Y ya, por último, ¿qué libro te han regalado y cuál has regalado este Sant Jordi?
El 23 de abril es el día del libro y también de la rosa. Uno de mis estudiantes, de Japón, me regaló una rosa de origami hecha por él mismo. Me hizo ilusión por ser un bonito a la par que inesperado detalle y por la belleza en sí de la rosa.
Yo he regalado Los mares del sur, de Manuel Vázquez Montalbán. Fue publicada en 1979, es una de sus obras más famosas y, además, está considerada como una de las mejores novelas en español del pasado siglo.